Reseña literaria de Raquel Victoria: «Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha» de Miguel de Cervantes

“SEGUNDA PARTE DEL INGENIOSO CABALLERO DON QUIJOTE DE LA MANCHA” DE MIGUEL DE CERVANTES

Y sepan vuesas mercedes que nuestro gran aventurero, ávido de correr peligros, desempolvar caminos y pulir sus armas para las batallas que se pudieran presentar; sepan, pues, vuesas mercedes, sin albergar atisbo de duda ni cuestiones que amasar, que nuestro aguerrido caballero don Quijote, con el vigor propagándose por todos los huesos y músculos de su enjuto cuerpo, y el ansia desmesurada por continuar explorando las lindes que abarca el mundo conocido —el de su época, coincidente con la Monarquía Hispánica—, acaba, de nuevo, echando su brío y sus aires de libertad a los transitados senderos, mas no lo hará solo, sino con la mejor compañía: su afable escudero Sancho Panza retornará con él. Sin ninguna lógica aparente, le acompañará mostrándole su gran corazón y amabilidad, después de saberse prometido de esa ambicionada ínsula, anhelada y perseguida desde tiempo atrás; tierra imaginada que aún le espera para ser por fin gobernada (o eso es lo que Sancho cree, porque su candorosa ingenuidad le impide vislumbrar que ha vuelto a ser embaucado por las artes de su amo, don Quijote, ya que las promesas solo son verbalizaciones que atrapa el viento). Así pues, caballero andante y fiel escudero se lanzarán a los designios del destino, cabalgarán hasta la extenuación a lomos de Rocinante y el rucio, respectivamente, y venturas y desventuras habituales —ridículas, disparatadas e inverosímiles las más de las veces— serán las delicias de su pan de cada día y el vino que endulce sus alborozados o reposados ánimos, según se tercie o fluctúen entre los depósitos de su alma, tan afligida, en ocasiones, la de nuestro «Caballero de la Triste Figura» que se ha de trocar por la de «Caballero de los Leones», debido a un incidente con un león enjaulado y la casualidad de domeñarlo por su aroma corporal. Pero, ante todo, volverán a equilibrar juntos los desiguales platillos de la balanza de aquel tumultuoso periodo, ayudando a renacer y encontrar el lugar que merecen a muchas gentes repudiadas y expulsadas por su cultura y religión (claramente, se hace alusión a la expulsión de los moriscos, acaecida en 1609); lidiarán para continuar salvando la honra de virtuosas doncellas, para que ningún convenido —o, más bien, excepcional y raramente elegido— matrimonio acabe disolviéndose; defenderán con uñas, dientes y zarpas, y con la plática diplomática del pensamiento, a las gentes más desvalidas, enfrentándose a quienes no cumplen con la justicia. Asimismo, nuestro caminante caballero será imbuido por enérgicos encantamientos, que transfigurarán a la sin par Dulcinea del Toboso en sencilla labradora, por lo que don Quijote se adentrará en la mágica cueva de Montesinos y batallará con quien haga falta para restituir a su idealizada amada; mientras tanto, Sancho obtendrá su ínsula llamada Barataria, eso sí, regalada por los duques que les alojan en su castillo, sito este cerca de Zaragoza. Ahí, las bromas correrán sin pudor, y tras sus gruesos muros, caballero y escudero serán constantemente engañados y burlados en la inconsciencia de estos y al albor de los acontecimientos.

“Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha” es una novela en la que los personajes y la ironía se definen a mayor escala que en la primera parte. Aquí, también nos encontramos con la figura del propio narrador (que, en realidad, es el mismo autor escribiendo la obra), encarnada en el personaje secundario de Cide Hamete Berengeli; de hecho, Cervantes, en esta ocasión, nos induce a pensar que existió un manuscrito alternativo al suyo en las imprentas de aquel entonces, ya que incluso don Quijote es testigo del mismo en uno de los capítulos finales, lo cual supone la evidencia de un intento de plagio en el contexto del siglo XVI: algo que, verdadera y lamentablemente, llegó a suceder. Los valores fraternales entre Sancho y don Quijote, así como el querer romper ambos con las cadenas impuestas, e imperantes en ese periodo de absolutismo, hacen que estos personajes, sublimes y notables de la literatura universal, sean muy próximos, como si los siglos transcurridos se anudaran entre sí; no obstante, el temperamento característico de los protagonistas vuelve a estar en esta parte muy bien perfilado: don Quijote navegando en su imaginación con su melancólico transitar, pero con una verborrea cultivada y profiriendo toda su enorme sabiduría; Sancho Panza con su natural sencillez y el afecto por su amo; ambos protegiéndose mutuamente, cuidándose desde su profunda amistad. He de señalar, en cambio, que la mentalidad misógina de aquel periodo vuelve a prevalecer en esta segunda parte, en la que el papel asignado a las mujeres y la inmutable sociedad patriarcal del momento están presentes en el texto, donde la condición femenina se hace más que patente con la obligada y absoluta sumisión al varón de la familia, fuera el que fuese. Con todo, hay que situarse en la realidad de aquella época que retrata Miguel de Cervantes; hay que saber discernirlo en cada párrafo, porque se debe ser consciente de esta inconcebible desigualdad de género, con mayúsculo letrero, y analizarlo según el momento en el que se publicó la obra.

Por ejemplo, en estos fragmentos:

«La mujer honrada, la pierna quebrada, y en casa; y la doncella honesta, el hacer algo es su fiesta. […] Con esta carga nacemos las mujeres, de estar obedientes a sus maridos».

Asimismo, con un lenguaje que resuena al son de la época, y una prosa que trasluce algunos tonos poéticos (incluso hay poesías incluidas en ciertos diálogos), Miguel de Cervantes esculpe una narrativa que es precursora de la actual (tediosa y un tanto densa de vez en cuando: eso, para mí, ha sido innegable); un punto y aparte donde los personajes cobran una vida singular, con la magia que rodea a don Quijote, los embrujos que lo encantan y su exclusiva mirada al cosmos que tiene en derredor: una mirada diferente a las demás, diversa, llena de raciocinio —aunque piensen lo contrario—, con ensanchada imaginación y, sobre todo, en esta parte, con una incrustada tristeza rondándole el alma.

Otro fragmento:

«Y al dejar este mundo y meternos la tierra adentro, por tan estrecha senda va el príncipe como el jornalero, y no ocupa más pies de tierra el cuerpo».

Obviamente, el autor creó a unos personajes delicadamente construidos, con sus luchas interiores y dibujándolos muy humanos; ocupan su lugar, su insólita identidad y albergan dentro de sí el fondo de unos corazones solidarios.

RESEÑA DE RAQUEL VICTORIA

Calificación: 4,5/5 ⭐

📖🖊 Soy escritora: novelista y poeta.

📖 Mis novelas históricas de mujeres protagonistas 👇

DE BORDADOS A SEDAS, ambientada en el siglo XIX.

LA POSADA DEL POZO, LAS RAÍCES DE LA ENCINA, ambientadas en el siglo XX.

📖 Mi poemario TEJIENDO LUMBRES EN EL ALMA.

TODOS MIS LIBROS, AQUÍ

Asimismo, escribo crítica literaria, relato breve y artículos de temática femenina, histórica o de naturaleza y medio ambiente.

Publicado por La tinta derramada de la escritora Raquel Victoria

Escritora 🖋️ de novela histórica donde las mujeres son protagonistas y poeta. Novelas: 📖 DE BORDADOS A SEDAS ➡️ S.XIX; 📖 LA POSADA DEL POZO y 📖 LAS RAÍCES DE LA ENCINA ➡️ S.XX Poemario: 📖 TEJIENDO LUMBRES EN EL ALMA Mi biografía: https://www.amazon.es/stores/RAQUEL-VICTORIA-MOREA/author/B07K49BDSS

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